lunes, 9 de noviembre de 2009

EVANGELIO DEL DOMINGO 15 DE NOVIEMBRE 2009

Mc 13, 24-32



24Mas por esos días, después de aquella tribulación, el sol se oscurecerá, la luna no dará su resplandor, 25las estrellas irán cayendo del cielo, y las fuerzas que están en los cielos serán sacudidas. 26Y entonces verán al Hijo del hombre que viene entre nubes con gran poder y gloria; 27entonces enviará a los ángeles y reunirá de los cuatro vientos a sus elegidos, desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo. 28«De la higuera aprended esta parábola: cuando ya sus ramas están tiernas y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca. 29Así también vosotros, cuando veáis que sucede esto, sabed que El está cerca, a las puertas. 30Yo os aseguro que no pasará esta generación hasta que todo esto suceda. 31El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. 32Mas de aquel día y hora, nadie sabe nada, ni los ángeles en el cielo, ni el Hijo, sino sólo el Padre.

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